Brasil produce tejidos con propiedades antivirales impregnados de un compuesto desarrollado por el Centro de Materiales Funcionales y la Universitat Jaume I de Castellón
Empresas textiles de Brasil han iniciado la producción y comercialización de tejidos tratados con las nanopartículas de plata y sílice desarrolladas por los grupos de investigación del Centro de Materiales Funcionales (CDMF) y el Laboratorio de Química Teórica y Computacional (QTC) de la Universitat Jaume I, en colaboración con la empresa Nanox Tecnologia, que proporcionan a los nuevos tejidos propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales con una efectividad el 99,99%.
El equipo investigador ha pubicado en la plataforma internacional de pre-prints bioRiXv el artículo «Ag nanoparticles-based antimicrobial polycotton fabrics to prevent the transmission and spread of SARS-CoV-2» en el que demuestran que el uso de una solución acuosa de nanopartículas de plata mezclada con un aglutinante a base de acrílico en tejidos de polialgodón es eficaz como antimicrobiano y presenta una alta durabilidad en relación a los ciclos de lavado.
Las pruebas realizadas han evidenciado que el tejido es efectivo para inhibir el virus SARS-CoV-2, y los patógenos Staphylococcus Aureus, Escherichia Coli y Candida Albicans. Otra de las características diferenciales de estos tejidos es la prevención de infecciones cruzadas causadas por patógenos, como bacterias y hongos oportunistas, responsables del empeoramiento de COVID-19 y otros tipos de virus.
«Este compuesto híbrido es capaz de combinar dos efectos cuánticos: el efecto plasmónico de la plata a escala nano y la separación adecuada entre los niveles energéticos del semiconductor. Esta sinergia cataliza reacciones químicas en cadena que dan lugar a la formación de radicales libres responsables de la destrucción por contacto de estos microorganismos», explica el profesor Juan Andrés, director del Laboratorio QTC de la UJI.
Además, el tejido no causa alergias ni procesos de fotoirritación. Las evaluaciones dermatológicas se realizaron al principio y al final del estudio, o cuando hubo alguna indicación de positividad o reacción adversas y los resultados indican que pueden considerarse hipoalergénicos y dermatológicamente seguros, según la Guía ANVISA para la seguridad de los productos cosméticos.
«El compuesto desarrollado con estas propiedades innovadoras y su posterior funcionalización en algodón y otros materiales ha generado una nueva tecnología que está revolucionando la industria textil para la fabricación de tejidos, tanto sintéticos como naturales, para la protección, transmision y erradicación de la pandemia», explica el director de tecnología e innovación de Nanox, Gustavo Simões. «La ventaja de este compuesto y de la tecnología desarrollada es que tiene una durabilidad de dos años, soporta la presión y la temperatura», añade el director del CDMF, el Prof. Elson Longo.
Hasta ahora, el nuevo tejido está siendo fabricado por, al menos, cinco empresas textiles y el coste adicional de esta tela especial comparada con una sin protección se incrementa en un 5%. La demanda actual se centra en la producción de batas de laboratorio, máscarillas y de equipos de protección personal para profesionales de la salud, aunque hay otros colectivos, como el de panadería, mensajería, y distribución de mercancías que también han mostrado su interés. Así mismo, se están desarrollando las aplicaciones de estos nuevos compuestos y materiales en la industria cerámica y los sectores agroquímicos de Castellón.
Artículo
Ag nanoparticles-based antimicrobial polycotton fabrics to prevent the transmission and spread of SARS-CoV-2. Guilherme C. Tremiliosi, Luiz Gustavo P. Simoes, Daniel T. Minozzi, Renato I. Santos, Daiane C. B. Vilela, Edison Luiz Durigon, Rafael Rahal Guaragna Machado, Douglas Sales Medina, Lara Kelly Ribeiro, Ieda Lucia Viana Rosa, Marcelo Assis, Juan Andrés, Elson Longo, Lucio H. Freitas-Junior
doi: https://doi.org/10.1101/2020.06.26.152520
CDMF
O CDMF é um dos Centros de Pesquisa, Inovação e Difusão (Cepids) apoiados pela Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (Fapesp), e recebe também investimento do Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq), a partir do Instituto Nacional de Ciência e Tecnologia dos Materiais em Nanotecnologia (INCTMN).