Otras tres vidas que se podrían haber salvado: la prevención sobre el monóxido de carbono

Miguel Ponce es investigador independiente del CONICET Mar del Plata y desde hace décadas dedica su tiempo de investigación a mejorar la calidad de vida de las personas a través de la prevención de accidentes con monóxido de carbono (CO). Con su grupo de trabajo, radicado en el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA, CONICET-UNMdP), desarrollaron una llave de corte para prevenir accidentes por formación de CO. Trabajan, también, en la concientización social sobre la temática desde el 2015.

El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico que se produce por una mala combustión de un material combustible. Posee una afinidad 250 veces mayor por la hemoglobina que el oxígeno y en eso se basa su toxicidad.

Ante esta nueva situación, Miguel Ponce explica que al iniciar la época de temperaturas bajas, es importante realizar un servicio de mantenimiento en los gasodomésticos que funcionen a partir de un suministro de gas o por combustión. Este mantenimiento debe hacerlo un gasista matriculado y controlar la emisión de gases del artefacto. Esto incluye calefones, calefactores, calderas y generadores de electricidad por combustión, entre otros, para comprobar que su funcionamiento sea adecuado.

También es recomendable chequear que las rejillas de ventilación, normadas por ENARGAS, no se encuentren tapadas por muebles u otros elementos porque es muy importante asegurar que haya circulación de aire acorde al volumen de gas consumido por el artefacto de gas. También es necesario revisar las cañerías de salida de los gases de combustión y prestar especial interés a los sistemas que no son de tiro balanceado y consumen el oxígeno del ambiente.

Para evitar los accidentes con monóxido de carbono, el investigador afirma que “es imprescindible tener en cuenta no calefaccionar con hornallas u horno, ni cerrar herméticamente los ambientes. Tampoco utilizar los mismos conductos de ventilación para varios artefactos ni materiales que no son adecuados para las cañerías o conductos, como caños corrugados, ni colocar calentadores de agua (calefones) en los baños. Es importante no remover los elementos de seguridad de los artefactos a gas. Por ejemplo, muchas personas quitan los sensores bimetálicos de las calderas porque se apagan por retroflujo o venteo. Esto deja a la caldera sin sistema de detección térmica, que podría indirectamente darnos una idea que tal vez haya CO en la combustión”.

Para prevenir accidentes  es necesario observar el color de la llama de todos los artefactos, que debe ser azul, no amarilla ni anaranjada, mantener limpias las salidas de los conductos de ventilación – por ejemplo evitar que se hagan nidos de pájaros – y monitorear que las conductos no estén fisurados o con corrosión. En el caso de no tener la posibilidad de hacer un servicio de mantenimiento a los artefactos por un gasista matriculado, se recomienda dejar abierta una ventana unos centímetros en cada ambiente para que el aire se pueda renovar.

“De todas maneras esto puede no ser suficiente para evitar combustiones incompletas. Esto dependerá de la mezcla de aire puro y de aire contaminado y de su velocidad de renovación. De ser posible, colocar detectores de gases metano y CO. Y tener especial atención cuando se calefacciona con braseros, garrafas o incluso hogares, ya que es necesario asegurar que haya renovación de aire dado que en estos casos estamos quitando oxígeno del ambiente. Si es posible, evitar usar artefactos de tiro natural”, explica Ponce.

Con respecto a los síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono, en primer lugar se pueden presentar mareos y dolor de cabeza, luego, dolor estomacal y adormecimiento. Estos son síntomas comunes a muchas enfermedades, y por lo tanto si se sospecha de una intoxicación por monóxido de carbono lo que se recomienda es salir al exterior, si es posible un ambiente abierto, y respirar profundamente durante unos minutos. Luego, pedir ayuda y al ingresar nuevamente abrir las ventanas y apagar la fuente de emisión de gas. También, puede ser que la intoxicación sea crónica, por lo tanto es importante estar atentos a la repetición de estos síntomas sin la presencia de un cuadro de enfermedad.

Cabe aclarar que además del trabajo de investigación y de concientización sobre esta temática que sigue cobrándose vidas, el investigador Miguel Ponce junto con su equipo de trabajo y el equipo del Centro de Desenvolvimiento de Materiales Funcionales de Brasil (CDMF-Brasil) colaboraron en la presentación de un proyecto de ley sobre «Prevención de intoxicaciones y muertes provocadas por monóxido de carbono»  denominado “Dulces Sueños” proyecto de ley nacional Nº 0846-D-2020 que se encuentra en tratativas en el Congreso de la Nación y que involucra a la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, Miembros de la UBA e integrantes de otros países.  

El proyecto de ley solicita la obligatoriedad de uso de los sistemas disyuntores ante monóxido de carbono  desarrollados en Argentina como así también otros modelos llevados a cabo en conjunto con el CDMF, FAPESP, Brasil, con quienes el grupo del INTEMA trabaja desde el 2006.

Por otra parte, desde el 2017, se han presentado sucesivas peticiones al ENARGAS para la adecuación del parque de gasodomésticos y petición de normativas y poder aplicar los desarrollos en Argentina para evitar futuras tragedias como las que vive nuestra ciudad cada año.

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CDMF

El CDMF es uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepids) apoyados por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (Fapesp), y también recibe inversión del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), del Instituto Nacional de Materiales. Ciencia y Tecnología en Nanotecnología (INCTMN). Trabaja en colaboración con varios laboratorios del mundo en los que se agrupan el INTEMA (de Argentina) y la Universidad Jaume I de España.

Publicado originalmente en puntonoticias